Dios Actua a Favor Nuestro…por Enrique Jiménez

“Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo ha visto a Dios fuera de ti, que hiciese por el que en él espera.” Isaías 64:4. 

A nadie le gusta esperar, todos queremos todo rápido, queremos lo que queremos y ahora mismo, si no nos enojamos. Por otro lado, la Palabra de Dios nos exhorta a que aprendamos algunas de las lecciones más grande de la vida. Mientras esperamos, Dios nos promete grandes recompensas quienes esperan en EL. ¿Por qué Dios nos pide con tanta insistencia que esperemos?  Hay cinco bendiciones por esperar en el Señor.

1. 

La voluntad de Dios se hace realidad. “Bueno es Dios a los que en EL esperan, al alma que le busca” (Lm: 3:25). El Señor NO se toma su tiempo para darnos el deseo de nuestro corazón con el fin de controlarnos. Mas bien sabemos que aun durante la espera. Él está obrando para que todo resulte para nuestro bien y su gloria (Rom.8:28). Todo lo que le pase a un hijo de Dios es para bien. Siempre debemos de mantener nuestra mirada a Dios y estar atentos a su voz y su dirección. De ese modo, aprendemos hacer su voluntad y nuestra relación con EL se fortalece y se profundiza.

2. 

Dios nos da nuevas fuerzas y energías. En Isaías 40:29-31, el Señor nos invita a reclamar su promesa. “El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”

En el tiempo de espera, también aumenta nuestra energía, fé, paciencia y firmeza. Creemos en todos los frutos del Espíritu Santo que son el amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fé, mansedumbre y templanza (Gal. 5:22-23). Más que seguro esperar en el Señor NO es ninguna pérdida de tiempo.

3. 

Somos Victoriosos. “Espera en el Señor y EL te salvará” (Proverbios 20:22) que esplendido es ver a Dios rescatarnos y bendecirnos con su favor. Esto quiere decir que cuando nosotros tomamos nuestra propia decisión y cuando no es el tiempo de Dios, finalizamos en fracaso. En cambio si esperamos en Dios y le obedecemos sus mandatos, ÉL nos asegura una tremenda victoria y nos libra de cometer actos necios y precipitados.

4. 

Vemos que se cumple y afirma nuestra FE. Al final de todo, NUNCA nos sentiremos avergonzados por esperar en Dios. “No se avergonzaran los que esperan en mi” (Isaias 49:23). Es una decisión muy inteligente y aunque otros se quieran abrir paso y tomar sus propias decisiones. Debemos recordar que ÉL es único que nos puede ayudar de verdad y que jamás nos abandonará, si le obedecemos y lo honramos, seguramente veremos el cumplimiento de toda esperanza que hayamos puesto en nuestro amado Dios, Padre.

5. 

Dios Obra a favor nuestro. Mientra nos ocupamos en esperar activamente, Él se ocupa en obrar activamente. Es para meditar y reflexionar cada día de nuestra existencia que contamos en nuestra vida con el mediador más grande e influyente del Universo. Aunque las cosas no te vayan bien, ÉL se encarga que todas las cosas se encaminen hacia el cumplimiento de su proposito. Considere esperar en el Señor como si fuera un Jardin. Usted pone una semilla debajo de la tierra y le pone agua y espera. Sigue esperando…

Después que el sol y la lluvia nutren la tierra, las semillas empiezan a crecer y despues usted ve el fruto de la espera, la evidencia de lo que ha plantado. Si usted hubiera sido impaciente y hubiera desenterrado las semillas habría arruinado su jardin.

A veces el fruto se demora en florecer o madurar, así como este ejemplo de la semilla en el jardin, así somos nosotros que debemos de que esa semillita que Dios ha puesto en nuestro corazón que florezca en nuestra vida. Confie en Dios, sea paciente y espere en EL.

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